En la celebración de esta noche conforme a la tradición altoaragonesa. Más información en: http://pueyo.wordpress.com/2008/11/02/gran-exito-en-la-celebracion-de-la-noche-de-las-animas-en-pueyo/

Aunque hoy en día se considera que las calabazas con una vela encendida dentro son una tradición de origen anglosajón vinculada a Halloween, en el Alto Aragón se usaban de forma semejante. Las investigaciones del antropólogo oscense Manuel Benito (en Huesca) o la recuperación de las tradiciones festivas de la Noche de las Ánimas en Radiquero (Huesca) (véase: http://www.radiquero.com/ ) así lo demuestran. En todo caso, en este territorio, la costumbre era que los chavales robasen las calabazas de los huertos (generalmente se trataba de calabazas de forma alargada, como las que se observan en la foto) y las pusieran con una vela dentro en lugares por donde había de pasar el sacristán (que se encargaba de tocar a muertos durante la noche) o el cura, que, por ejemplo, en Radiquero bajaba al pueblo desde el cercano San Pelegrín, pasando por al lado del cementerio, en cuyas tapias ponían las calabazas. Por otra parte, los chavales se disfrazaban, como aún hacen en pueblos del entorno, con ropas viejas, cartones, etc., saliendo al paso de viandantes, automóviles (hoy en día), etc. para asustarlos. Además, en otros lugares, como Chibluco (Huesca) he constatado personalmente también la costumbre de preparar y comer colectivamente alubias, lo que podría tener alguna relación con las creencias que relacionan los gases y las flatulencias que estas generan con la circulación de los vientos y de las almas, tal como defiende el antropólogo Claude Gaignebet en su conferencia "El calendario de la brujería" (véase: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2925758 ).