Se trata de un cuentecillo jocoso amplísimamente distribuido y que en esta ocasión se aplica al pueblo altoaragonés de Loarre / Lobarre, según la versión que relata Rafael Andolz en El humor altoaragonés (Zaragoza, MIRA Editores, 1992, pp. 160-162).
En resumen, se trata de que, para elegir alcalde, puesto que todos querían serlo, se acordó hacerlo mediante una carrera cuesta abajo desde la punta de la Concellada (según indica Andolz para el caso que nos ocupa) persiguiendo una manzana, de manera que resultase vencedor y nombrado alcalde el que primero la atrapase y se la comiese. Pero quiso la casualidad que una tocina fue la que al final se la comió ante los ojos asombrados de los corredores, siendo nombrada, conforme a las normas establecidas, como alcaldesa.
Obviamente, este tipo de cuentecillos, aplicados a muchos lugares de nuestra geografía, eran usados como dicterios por los pueblos del entorno (aunque al final, claro está, siempre había otro dicterio con el que responder convenientemente a quienes de esta manera querían hacer burla de los habitantes de un lugar).

En cuanto a su catalogación dentro del índice internacional del cuento tipo, se corresponde con ATU 1268* Electing a Mayor, que incluye el antiguo tipo de Aarne&Thompson 1675* A Mayor Chosen by a Footrace.