Anabaena torulosa


Anabaena torulosa
Anabaena torulosa
Bacterias diminutas y cianobacterias se han reunido hoy para vivir juntas, pero de manera diferente. La cianobacteria Anabaena torulosa se gira y construye espirales amplias y hoy se baña en el agua rodeándose de minúsculas bacterias, bacilos, que como una pradera transparente, se extienden flotando dispersas sobre la superficie de una charca, alimentándose de la materia orgánica disuelta en ella para devolver a la Tierra la materia inorgánica que una vez fue parte de la vida.
Mientras tanto Anabaena forma collares que están hechos de pequeñas cuentas esféricas, cuentas que se dividen con rapidez y por eso parecen dobles, hasta que se separan, pero en su madurez no se independizarán como las bacterias, prefieren la compañía de sus vecinas y hermanas y así seguirán alargando sus filamentos.
A intervalos regulares, los collares de Anabaena torulosa llevan engarzadas unas gemas perfectamente esféricas y algo mayores, son los heterocistes, encargados de fijar el Nitrógeno disuelto en el agua y acumularlo en su interior para fabricar proteínas.
Anabaena es un alga verdeazulada, tan antigua como la vida y como sus pequeñas compañeras de agua en la Tierra y tan moderna quizá como todos los seres que vengan en tiempos futuros. Ha sabido acompañar al Planeta en sus horas dulces y en los tiempos de convulsión. Extraordinariamente resistente, a pesar de su frágil apariencia, puede vivir en ambientes extremos aguantando heladas intensas y soportando temperaturas superiores a los 70ºC.
Como casi todas las cianobacterias, Anabaena es capaz de fijar el Nitrógeno atmosférico y de realizar la fotosíntesis. Gracias a ellas la atmósfera es respirable y la vida en el Planeta se ha hecho posible.
Con relativa frecuencia, Anabaena puede establecer relaciones de simbiosis con plantas acuáticas, como el pequeño helecho Azolla, la cianobacteria proporciona a las plantas compuestos nitrogenados útiles para fabricar proteínas, mientras que recibe de ella los azúcares que los vegetales fabrican en la fotosíntesis… un equilibrio perfecto basado en la mutua cooperación.
Al igual que otras cianobacterias Anabaena fabrica potentes sustancias neurotóxicas -anatoxina, saxitoxina y microcystina- que provocan graves daños en el sistema nervioso, lesiones hepáticas irreversibles o incluso la muerte a los animales que se alimentan de las plantas con las que ella ha establecido los estrechos vínculos de amistad, es una amistad que va hasta las últimas consecuencias, para seguir defendiendo su vida y la de sus más íntimas amistades.
Anabaena forma parte del plancton y vive en zonas con aguas estancadas. La que se asoma hoy a la ventana de la galería procede de las muestras recogidas en la Laguna Nueva, en las inmediaciones de la localidad zamorana de Ricobayo y ha sido fotografiada a 400 aumentos empleando la técnica de contraste de interferencia.
Mientras tanto Anabaena forma collares que están hechos de pequeñas cuentas esféricas, cuentas que se dividen con rapidez y por eso parecen dobles, hasta que se separan, pero en su madurez no se independizarán como las bacterias, prefieren la compañía de sus vecinas y hermanas y así seguirán alargando sus filamentos.
A intervalos regulares, los collares de Anabaena torulosa llevan engarzadas unas gemas perfectamente esféricas y algo mayores, son los heterocistes, encargados de fijar el Nitrógeno disuelto en el agua y acumularlo en su interior para fabricar proteínas.
Anabaena es un alga verdeazulada, tan antigua como la vida y como sus pequeñas compañeras de agua en la Tierra y tan moderna quizá como todos los seres que vengan en tiempos futuros. Ha sabido acompañar al Planeta en sus horas dulces y en los tiempos de convulsión. Extraordinariamente resistente, a pesar de su frágil apariencia, puede vivir en ambientes extremos aguantando heladas intensas y soportando temperaturas superiores a los 70ºC.
Como casi todas las cianobacterias, Anabaena es capaz de fijar el Nitrógeno atmosférico y de realizar la fotosíntesis. Gracias a ellas la atmósfera es respirable y la vida en el Planeta se ha hecho posible.
Con relativa frecuencia, Anabaena puede establecer relaciones de simbiosis con plantas acuáticas, como el pequeño helecho Azolla, la cianobacteria proporciona a las plantas compuestos nitrogenados útiles para fabricar proteínas, mientras que recibe de ella los azúcares que los vegetales fabrican en la fotosíntesis… un equilibrio perfecto basado en la mutua cooperación.
Al igual que otras cianobacterias Anabaena fabrica potentes sustancias neurotóxicas -anatoxina, saxitoxina y microcystina- que provocan graves daños en el sistema nervioso, lesiones hepáticas irreversibles o incluso la muerte a los animales que se alimentan de las plantas con las que ella ha establecido los estrechos vínculos de amistad, es una amistad que va hasta las últimas consecuencias, para seguir defendiendo su vida y la de sus más íntimas amistades.
Anabaena forma parte del plancton y vive en zonas con aguas estancadas. La que se asoma hoy a la ventana de la galería procede de las muestras recogidas en la Laguna Nueva, en las inmediaciones de la localidad zamorana de Ricobayo y ha sido fotografiada a 400 aumentos empleando la técnica de contraste de interferencia.
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IDENTIFICACIÓN:
Anabaena torulosa
Charcas cargas de materia orgánica
FOTOGRAFIA TOMADA EN:
España
Zamora
TESTING o PUNTO BV:
Mis fotos ¡¡¡Por Félix!!! - 08/07/2010
EQUIPO Y TÉCNICA FOTOGRAFICA UTILIZADA:
Nikon D90 en Leica DMLB
Información EXIF:
NIKON CORPORATION
NIKON D90
1/125 sec(s)
F/0
200
0mm
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