Gloeocapsa sp.


Gloeocapsa sp.
Gloeocapsa sp.
Hacia una tenue luz de un sol infinitamente lejano, miles de miles de ojos verdes se apelotonan desde sus mundos de gelatina, bien sujetos a las rocas húmedas por las que el agua resbala, construyendo un paisaje mágico en la cueva. Miles de miles de ojos de Gloeocapsa que absortos en su mundo subterráneo oyen la música que cada gota al caer deja en el aire. Más de tres mil quinientos millones de años de vida en la Tierra tienen sus miradas y muchas cianobacterias siguen siendo tan desconocidas como si fuesen marcianas, como si el mundo y la vida hubiesen empezado hoy a caminar.
Con sus gelatinas translúcidas, levemente insinuándose en verde, las colonias de Gloeocapsa se amalgaman con otras gelatinas de colores de muchas de sus hermanas que buscaron su refugio aquí, en una cueva, como si el mundo estuviese empezando, quizá quieran ser testigos o ser descubiertas al mismo tiempo que se simula cómo debería buscarse la vida en Marte, para que se les descubra a ellas, que tanto tiempo llevan en nuestro Planeta Azul y al que dieron la vida en un tiempo tan lejano que ya se ha escapado de la memoria y cuyo recuerdo en sus ojos verdes es su presente.
Las cianobacterias del género Gloeocapsa, con más de 130 especies descritas, conforman un grupo muy complejo y bastante confuso debido a la variabilidad que presentan sus estructuras a lo largo de su proceso de envejecimiento o según vivan en diferentes tipos de ambiente. Las envueltas gelatinosas bien definidas y concéntricas pueden ser transparentes o estar teñidas con una amplia gama de coloraciones. Las células, casi siempre esféricas o ligeramente ovales se dividen en dos planos del espacio dando lugar a pequeñas colonias tridemensionales con un número variable de células.
Gloeocapsa vive sobre la superficie de las rocas húmedas o sobre el suelo, a veces también en el agua, la de hoy en el interior de una cueva de sueños marcianos en la que apenas entra un rayo de luz y es allí, hasta donde ese resplandor tenue, casi invisible, llega, donde discretamente y también de forma invisible esta cianobacteria crece, en pequeñas burbujas planas de gelatina, enmarañándose a veces con otras, tejen una selva extraña, de miradas verdes que buscan la luz.
Cuando se divide, Gloeocapsa, lo hace en dos planos haciendo que convivan las células hijas dentro de una matriz gelatinosa común que envuelve a la individual de cada una de ellas y dejando ver claramente las ondas de sus láminas, como ondas en el agua detenida.
La especie que mostramos aquí es de muy pequeño tamaño y apenas alcanza las tres micras de diámetro, siempre vive en grupos en las que solitaria o en colonias de dos o más raramente de cuatro individuos, se rodea de una espesa capa de gelatina transparente en la que apenas se aprecian las láminas de sus capas. Por su pequeño tamaño y por la ausencia de coloración de su envuelta, parece ser una especie próxima a Gloeocapsa gelatinosa que siempre vive bajo el agua o en yacimientos subterráneos a muy elevada temperatura. La que mostramos aquí, probablemente aún no descrita, vive sobre rocas calizas, en zonas poco iluminadas y frescas en el interior de una gruta en la que Astroland recrea las investigaciones que podrían desarrollarse en Marte relacionadas con la búsqueda y la colonización de la vida allí.
Esta invisible joya de Gloeocapsa es una más de las que forman parte del tesoro que habita sobre las rocas húmedas en esta cueva mágica que nos acerca al sueño de la exploración de la vida en Marte, un sueño lleno de sorpresas, de vida y de magia.
A todos los amigos que están haciendo de esta investigación una vivencia inolvidable en Marte bajo el techo de una cueva en Cantabria desde el sueño del proyecto de Astroland, gracias a Antonio Ordóñez, David y Mario Ceballos, Jorge Cáceres Alicia Sánchez Arroyo, Jesús Muñoz, Alejandro Pérez, Diego Gil y Miguel de Luis.
Las fotografías, tomadas a 1000 aumentos con las técnicas de contraste de interferencia y epifluorescencia, proceden de una muestra recogida en el interior de una cueva, en una zona muy levemente iluminada, en las inmediaciones de Arredondo (Cantabria) en el marco del apasionante proyecto de investigación que Astroland está desarrollando para acercarnos a Marte.
Con sus gelatinas translúcidas, levemente insinuándose en verde, las colonias de Gloeocapsa se amalgaman con otras gelatinas de colores de muchas de sus hermanas que buscaron su refugio aquí, en una cueva, como si el mundo estuviese empezando, quizá quieran ser testigos o ser descubiertas al mismo tiempo que se simula cómo debería buscarse la vida en Marte, para que se les descubra a ellas, que tanto tiempo llevan en nuestro Planeta Azul y al que dieron la vida en un tiempo tan lejano que ya se ha escapado de la memoria y cuyo recuerdo en sus ojos verdes es su presente.
Las cianobacterias del género Gloeocapsa, con más de 130 especies descritas, conforman un grupo muy complejo y bastante confuso debido a la variabilidad que presentan sus estructuras a lo largo de su proceso de envejecimiento o según vivan en diferentes tipos de ambiente. Las envueltas gelatinosas bien definidas y concéntricas pueden ser transparentes o estar teñidas con una amplia gama de coloraciones. Las células, casi siempre esféricas o ligeramente ovales se dividen en dos planos del espacio dando lugar a pequeñas colonias tridemensionales con un número variable de células.
Gloeocapsa vive sobre la superficie de las rocas húmedas o sobre el suelo, a veces también en el agua, la de hoy en el interior de una cueva de sueños marcianos en la que apenas entra un rayo de luz y es allí, hasta donde ese resplandor tenue, casi invisible, llega, donde discretamente y también de forma invisible esta cianobacteria crece, en pequeñas burbujas planas de gelatina, enmarañándose a veces con otras, tejen una selva extraña, de miradas verdes que buscan la luz.
Cuando se divide, Gloeocapsa, lo hace en dos planos haciendo que convivan las células hijas dentro de una matriz gelatinosa común que envuelve a la individual de cada una de ellas y dejando ver claramente las ondas de sus láminas, como ondas en el agua detenida.
La especie que mostramos aquí es de muy pequeño tamaño y apenas alcanza las tres micras de diámetro, siempre vive en grupos en las que solitaria o en colonias de dos o más raramente de cuatro individuos, se rodea de una espesa capa de gelatina transparente en la que apenas se aprecian las láminas de sus capas. Por su pequeño tamaño y por la ausencia de coloración de su envuelta, parece ser una especie próxima a Gloeocapsa gelatinosa que siempre vive bajo el agua o en yacimientos subterráneos a muy elevada temperatura. La que mostramos aquí, probablemente aún no descrita, vive sobre rocas calizas, en zonas poco iluminadas y frescas en el interior de una gruta en la que Astroland recrea las investigaciones que podrían desarrollarse en Marte relacionadas con la búsqueda y la colonización de la vida allí.
Esta invisible joya de Gloeocapsa es una más de las que forman parte del tesoro que habita sobre las rocas húmedas en esta cueva mágica que nos acerca al sueño de la exploración de la vida en Marte, un sueño lleno de sorpresas, de vida y de magia.
A todos los amigos que están haciendo de esta investigación una vivencia inolvidable en Marte bajo el techo de una cueva en Cantabria desde el sueño del proyecto de Astroland, gracias a Antonio Ordóñez, David y Mario Ceballos, Jorge Cáceres Alicia Sánchez Arroyo, Jesús Muñoz, Alejandro Pérez, Diego Gil y Miguel de Luis.
Las fotografías, tomadas a 1000 aumentos con las técnicas de contraste de interferencia y epifluorescencia, proceden de una muestra recogida en el interior de una cueva, en una zona muy levemente iluminada, en las inmediaciones de Arredondo (Cantabria) en el marco del apasionante proyecto de investigación que Astroland está desarrollando para acercarnos a Marte.
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IDENTIFICACIÓN:
Gloeocapsa sp.
Formando parte del biofilm en la entrada de una cueva
FOTOGRAFIA TOMADA EN:
España
Cantabria
EQUIPO Y TÉCNICA FOTOGRAFICA UTILIZADA:
Microscopio Leica DMLB equipado con módulo de epifluorescencia, contraste de interferencia, contraste de fase y campo oscuro
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