Spirogyra
Spirogyra
ENREDOS Y RIZOS DEL AGUA EN EL LAGO DE SANABRIA. SPIROGYRA
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Los rizos del agua en el Lago de Sanabria son trenzas de trenzas cuando los filamentos del alga Spirogyra rizan el rizo de la vida. Lo rizan por dentro, en su interior, en forma de hermosa espiral verde -hoy de cinco hebras- pero también por fuera, cuando se enredan y abrazan como un tallo de hiedra lisa y acuática a otras algas, tejiendo así marañas algodonosas que cubren de nubes pardas los fondos antes despejados y limpios del Lago.
A cinco metros de profundidad, sobre los fondos arenosos a los que todavía la luz alcanza y llega con un tinte espectral verde y amarillo, crecen y crecen borras de trenzas de algas que rizan el rizo de la vida multiplicándose sin cesar, Spirogyra , Mougeotia, Bulbochaete, enredadas con largas cadenas de Tabellaria y Gomphonema acuminatum. En su inmensa generosidad, la Naturaleza devuelve el agravio humano de la contaminación en forma de vida, arte hermoso de rehacer lo que el hombre deshizo.
Spirogyra es un alga verde que está representada por cerca de cuatrocientas especies, todas ellas se caracterizan por presentar cloroplastos en forma de cinta, que se disponen enrollados en una perfecta espiral, pegados a la pared de las células cilíndricas y alargadas que los contienen.
Los tallos de Spirogyra crecen y crecen en longitud, pero nunca se ramifican. Con frecuencia, aunque hoy no, son filamentos flotantes, que junto a otros forman densas marañas verdes y sedosas que asoman como islotes sobre la superficie del agua. En otras ocasiones, como ahora, si crecen desde el fondo, pueden desarrollar hacia la base unos finísimos filamentos que asemejan a delicadas raicillas que únicamente sirven de anclaje para que su alargado cuerpo no sea llevado por la corriente.
El número de cloroplastos acintados que presentan las células de Spirogyra puede variar, dependiendo de la especie, entre uno y dieciséis, de tal manera, que aproximadamente un tercio de todas las especies sólo contiene un cloroplasto en cada célula, otro tercio de dos a cinco y el resto presentan de seis a dieciséis.
La particular disposición en espiral de los cloroplastos es de una gran belleza, sobre todo cuando se combinan varios y en sus giros dibujan trenzas acuáticas plenas de armonía y de vida, pero además de belleza tiene una gran funcionalidad, pues sea cual sea la posición en la que se sitúe el filamento en horizontal, recibirá siempre la misma cantidad de luz, aunque se gire.
Spirogyra vive en abruptas torrenteras o en pacíficas lagunas, en solitarias turberas de montaña, remansos de ríos, arroyos, fuentes, lagos, pequeños charcos...allí donde haya un poco de agua, los filamentos del alga Spirogyra pueden crecer y formar intrincadas selvas, donde a su abrigo, la vida de muchos otros seres se desarrolla. Sin embargo. el crecimiento anómalo de Spirogyra junto al de otras algas en los fondos de este Lago de montaña, la principal masa de agua glaciar de la Península Ibérica, es consecuencia de su proceso de eutrofización desencadenado por los vertidos de aguas residuales incontrolados y por los que no son conveniente depurados debido al obsoleto estado de los sistemas de depuración.
Las autoridades responsables de preservar este Espacio Natural decidieron irresponsablemente en 2008 ocultar un informe técnico en el que se alertaba del ruinoso estado de los sistemas de depuración y de las consecuencias que se podrían derivar de la llegada al Lago de todos los vertidos cargados de nutrientes cuyos efectos sobre el ecosistema hoy son más que evidentes.
Enredos innecesarios y turbios han enredado los rizos de Spirogyra y han hecho enturbiar las aguas que los cobijan... el desenredador que los desenrede, buen desenredador será. De ese desenredador, que todavía no conocemos, depende la vida del Lago.
La imagen de hoy, corresponde a un detalle de un filamento de Spirogyra en el que se adivinan los cinco cloroplastos trenzados. La fotografía se ha realizado a 200 aumentos empleando la técnica de campo oscuro y polarización y procede de una muestra de agua recogida desde el catamarán Helios Sanabria el 16 de febrero de 2014 por Andrés Rotea y José Ramón a cuatro metros de profundidad en el Lago de Sanabria junto a la Isla de Moras.
informes de contaminación en el Lago de Sanabria
informe de evolución de la contaminación en el Lago de Sanabria
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Los rizos del agua en el Lago de Sanabria son trenzas de trenzas cuando los filamentos del alga Spirogyra rizan el rizo de la vida. Lo rizan por dentro, en su interior, en forma de hermosa espiral verde -hoy de cinco hebras- pero también por fuera, cuando se enredan y abrazan como un tallo de hiedra lisa y acuática a otras algas, tejiendo así marañas algodonosas que cubren de nubes pardas los fondos antes despejados y limpios del Lago.
A cinco metros de profundidad, sobre los fondos arenosos a los que todavía la luz alcanza y llega con un tinte espectral verde y amarillo, crecen y crecen borras de trenzas de algas que rizan el rizo de la vida multiplicándose sin cesar, Spirogyra , Mougeotia, Bulbochaete, enredadas con largas cadenas de Tabellaria y Gomphonema acuminatum. En su inmensa generosidad, la Naturaleza devuelve el agravio humano de la contaminación en forma de vida, arte hermoso de rehacer lo que el hombre deshizo.
Spirogyra es un alga verde que está representada por cerca de cuatrocientas especies, todas ellas se caracterizan por presentar cloroplastos en forma de cinta, que se disponen enrollados en una perfecta espiral, pegados a la pared de las células cilíndricas y alargadas que los contienen.
Los tallos de Spirogyra crecen y crecen en longitud, pero nunca se ramifican. Con frecuencia, aunque hoy no, son filamentos flotantes, que junto a otros forman densas marañas verdes y sedosas que asoman como islotes sobre la superficie del agua. En otras ocasiones, como ahora, si crecen desde el fondo, pueden desarrollar hacia la base unos finísimos filamentos que asemejan a delicadas raicillas que únicamente sirven de anclaje para que su alargado cuerpo no sea llevado por la corriente.
El número de cloroplastos acintados que presentan las células de Spirogyra puede variar, dependiendo de la especie, entre uno y dieciséis, de tal manera, que aproximadamente un tercio de todas las especies sólo contiene un cloroplasto en cada célula, otro tercio de dos a cinco y el resto presentan de seis a dieciséis.
La particular disposición en espiral de los cloroplastos es de una gran belleza, sobre todo cuando se combinan varios y en sus giros dibujan trenzas acuáticas plenas de armonía y de vida, pero además de belleza tiene una gran funcionalidad, pues sea cual sea la posición en la que se sitúe el filamento en horizontal, recibirá siempre la misma cantidad de luz, aunque se gire.
Spirogyra vive en abruptas torrenteras o en pacíficas lagunas, en solitarias turberas de montaña, remansos de ríos, arroyos, fuentes, lagos, pequeños charcos...allí donde haya un poco de agua, los filamentos del alga Spirogyra pueden crecer y formar intrincadas selvas, donde a su abrigo, la vida de muchos otros seres se desarrolla. Sin embargo. el crecimiento anómalo de Spirogyra junto al de otras algas en los fondos de este Lago de montaña, la principal masa de agua glaciar de la Península Ibérica, es consecuencia de su proceso de eutrofización desencadenado por los vertidos de aguas residuales incontrolados y por los que no son conveniente depurados debido al obsoleto estado de los sistemas de depuración.
Las autoridades responsables de preservar este Espacio Natural decidieron irresponsablemente en 2008 ocultar un informe técnico en el que se alertaba del ruinoso estado de los sistemas de depuración y de las consecuencias que se podrían derivar de la llegada al Lago de todos los vertidos cargados de nutrientes cuyos efectos sobre el ecosistema hoy son más que evidentes.
Enredos innecesarios y turbios han enredado los rizos de Spirogyra y han hecho enturbiar las aguas que los cobijan... el desenredador que los desenrede, buen desenredador será. De ese desenredador, que todavía no conocemos, depende la vida del Lago.
La imagen de hoy, corresponde a un detalle de un filamento de Spirogyra en el que se adivinan los cinco cloroplastos trenzados. La fotografía se ha realizado a 200 aumentos empleando la técnica de campo oscuro y polarización y procede de una muestra de agua recogida desde el catamarán Helios Sanabria el 16 de febrero de 2014 por Andrés Rotea y José Ramón a cuatro metros de profundidad en el Lago de Sanabria junto a la Isla de Moras.
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IDENTIFICACIÓN:
Spirogyra
En fondos arenosos del Lago de Sanabria a 5 metros de profundidad
FOTOGRAFIA TOMADA EN:
España
Zamora
EQUIPO Y TÉCNICA FOTOGRAFICA UTILIZADA:
Nikon D90 en Leica DMLB
Información EXIF:
NIKON CORPORATION
NIKON D90
4 sec(s)
F/0
200
0mm
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